lo mismo que hicimos con el tolvol,
lo mismo que haríamos con lo que se nos cruce, e introdujese en nuestro entendimiento lo suficiente como para poder repetirlo con voz mongolica una y otra vez...
La idealización de seres repulsivos
enmascarados, hasta las uñas de los pies,
con rostros excentos de maldad
que se prestan a escuchar
y tienen oidos sordos
a nuestros problemas
que aparentemente son suyos,
a nuestras suplicas
que aparentemente son su resposabilidad,
a nuestro hambre
ya que arentemente son nuestra fuente de alimento...
y es asi... con el asunto del comer, digo, que la muy sonrojada, siempre termina siendo nombrada en algun chiste como lo que fue devorado en momentos de trances celestiales... y endemoniados... osea, TOLVICOS.
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